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¿Cuándo Angular y cuándo Svelte (o SvelteKit)?

Publicado: Noviembre 1, 2025
Actualizado:

Angular fue el primer framework con el que empecé a trabajar en desarrollo web. Con el tiempo fui profundizando en su sistema de módulos, componentes, servicios, inyección de dependencias y en la forma en que estructura aplicaciones grandes. Para proyectos de cierta escala, esa arquitectura resulta clara y predecible; ofrece un conjunto de herramientas que ayudan a mantener la aplicación ordenada incluso cuando intervienen múltiples equipos o varios flujos de datos complejos.

Pero en varios momentos me encontré construyendo proyectos más simples —sitios corporativos, blogs personales o páginas con poco comportamiento dinámico— y Angular empezaba a sentirse como un conjunto de piezas más extenso de lo que realmente necesitaba. La estructura que funciona bien en aplicaciones grandes se volvía carga adicional en proyectos donde la complejidad no lo justificaba.

Ahí fue donde opté por Svelte, y luego SvelteKit, como alternativa.

Elegir herramientas según el problema específico que se busca resolver, no aplicar el mismo enfoque a todos los proyectos.

Cuándo uso Angular

Angular brinda estructura desde el inicio. El sistema de módulos, la inyección de dependencias, los servicios y el manejo de estados permiten organizar aplicaciones que crecen con el tiempo. Cuando el proyecto requiere coordinar múltiples equipos, integrar servicios complejos o manejar flujos de datos que interactúan entre distintas partes del sistema, esa estructura facilita mantener la coherencia.

En proyectos grandes, esa arquitectura ayuda a evitar que el código se vuelva impredecible. Los patrones están definidos, las responsabilidades están claras y el framework ofrece soluciones para casos comunes sin necesidad de configurar muchas dependencias externas.

Cuándo Svelte y SvelteKit resultan más adecuados

En proyectos más pequeños —sitios corporativos, blogs, páginas con contenido mayormente estático y algunas interacciones— el enfoque no está en coordinar módulos o servicios, sino en lograr tiempos de desarrollo ágiles, un bundle liviano y un flujo de despliegue sencillo.

En Svelte, la reactividad funciona de forma nativa. Las variables cambian y la interfaz se actualiza sin configurar observables ni suscripciones manuales. El compilador transforma los componentes en JavaScript optimizado, generando solo el código necesario sin incluir un runtime pesado. Trabajar con Vite ofrece un entorno donde los cambios se reflejan de inmediato y el build está optimizado desde el inicio.

El enrutamiento de SvelteKit sigue una estructura basada en archivos. Las páginas, layouts y endpoints se organizan de forma predecible, sin configuración adicional. En proyectos donde el contenido se genera de forma estática, este flujo permite avanzar con rapidez y mantener el código más directo.

Hay casos donde ambos enfoques pueden convivir. Una aplicación grande en Angular puede delegar partes públicas simples —como landing pages o secciones de contenido estático— a un entorno como SvelteKit, aprovechando sus tiempos de carga y su facilidad para generar contenido estático.

Elegir según el contexto

Si la única herramienta que tienes es un martillo, tiendes a ver cada problema como un clavo

Existe una frase atribuida a Maslow y a Kaplan: “Si la única herramienta que tienes es un martillo, tiendes a ver cada problema como un clavo”. En el desarrollo web, esto aparece cuando aplicamos el mismo enfoque a proyectos con necesidades distintas.

Actualmente utilizo Angular cuando el proyecto requiere estructura estable, múltiples servicios, manejo de estados complejos o colaboración entre equipos grandes. Para proyectos más acotados —sitios con contenido mayormente estático, blogs, páginas corporativas— uso Svelte y SvelteKit, que permiten avanzar con un flujo más liviano y directo.

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